Kitabı oxu: «El verso y los hados»
EL VERSO Y LOS HADOS
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Iª edición
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ISBN: 978-84-18730-50-4
ASENSIO LIARTE
EL VERSO Y LOS HADOS
A mis queridos amigos, quienes han influido en mi decisión de dar a conocer mis pensamientos versificados. Muchas gracias a todos por su amable insistencia, así como por leer los humildes escritos de este amante de la literatura. Nunca podré llegar a agradecéroslo bastante.
EL AMOR
Es el amor verdadero
lo más antiguo del mundo,
pues siendo un amor sincero
es el amor más profundo.
Existe el amor filial,
el que sienten los hermanos.
Es amor muy especial,
el que anima a los humanos.
Está el amor pasional,
que es el amor más fecundo,
distinto al amor filial.
Este es el que mueve este mundo.
Cuando alguien se enamora
entra en estado de trance.
Una fuerza arrolladora
hace aflorar el romance.
Siempre ha existido un amor
minoritario y distinto,
un amor con el dulzor
de las pasas de Corinto.
Amor entre dos personas,
que por eso es especial.
Aquí mandan las neuronas,
amor homosexual.
Hay amores extrahumanos,
amores excepcionales.
Son amores muy mundanos,
amor por los animales.
Siendo el amor más sublime
que existe sobre la tierra,
este es aquel que redime,
amor que una madre encierra.
Olvidaba el desamor,
este es el amor opuesto,
un amor desolador,
el amor que yo detesto.
EL BUEN GUAJE
Se llama Víctor Manuel
y Posada de apellido.
No trabajó en el Musel
porque a Madrid se había ido.
Lo conocí en La Coruña;
fue a resolver un problema
y, como el que una espada empuña,
cortó de un tajo el edema.
Él en Asturias nació,
allá en la cuenca minera.
Allí su oficio aprendió
en medio de vida austera.
Hasta donde yo me sé,
los clientes lo apreciaban.
Era eficiente per se
y a él lo solicitaban.
Cuando él al tajo llegaba
ya lo estaban esperando.
Toda la gente pensaba
que era don solucionando.
La verdad es que resolvía
gran cantidad de problemas
y la clientela decía
que lo quería en sus cadenas.
Las cadenas de montaje
de la industria del motor,
los problemas de ensamblaje.
En su actuar, el mejor.
Como persona, excelente;
con vivo genio y figura,
defensor hasta la muerte
de una eficiencia segura.
No aguantaba a los gandules,
ni a los vagos vividores,
ni a los cretinos azules,
ni a los taimados traidores.
Detractores los tenía,
como suele suceder,
pues le tenían manía
por su recto proceder.
Para mí fue una gran suerte
a él en mi equipo tenerlo.
Lo defendí hasta la muerte
por no querer yo perderlo.
Y este es parte del bagaje,
escrito con gran tropel,
de un honrado amigo guaje
llamado Víctor Manuel.
EL PÉRFIDO CARADURA
Si todos fueran honrados,
tanto como un ermitaño,
seríamos salvaguardados
todo el día y todo el año.
La honradez es relativa,
cada cual la que conviene.
Cada uno la mantiene
según convenga a su vida.
Yo no puedo discernir
quién será mejor persona,
si será el que en su vivir
a su prójimo perdona.
Pero como colofón
he de decir que prefiero
a un médico farfullero
que a un político mangón.
LA LLUVIA
En marzo ha llovido mucho,
en abril también lo hace,
contento se encuentra el rucho,
también la vaquilla pace
y retoza y salta el chucho.
Parece que el trigo crece
por doquier y sin ambages,
a mí bien me lo parece.
Del trigo vendrán los haces
y es lo que el pueblo merece.
Son tierras de pan llevar,
como se dice en Castilla,
pues al trigo cosechar
sigue la gran maravilla
de los panes hornear.
Viva el pan que nos da vida,
viva el sufrido labriego,
viva la mies conseguida,
viva el bravo lebaniego
con su limpia frente erguida.
LA CARTA
La carta es papel escrito,
llamada también misiva.
Tiene un valor exquisito
para el receptor, lo admito,
y también para el escriba.
De la carta yo conservo
dentro, muy dentro de mí,
un indeleble recuerdo
con más valor que un rubí.
Ahora la carta es historia
tal como antaño existía,
pero sigue en la memoria
de todo aquel que escribía.
Las nuevas tecnologías
a la carta arrinconaron
y a fe que la relegaron
a grandes minusvalías.
Con «Facebuc» y el «Guasap»
tenemos dos soluciones
con las que comunicar
todas nuestras intenciones.
Qué emoción, qué sobresalto
cuando una carta llegaba.
El corazón daba un salto
si era carta de la amada.
Pues el hombre también era
objeto de la emoción
cuando carta recibiera
venida por avión.
Y no te quiero decir
el valor tan importante
de una carta recibir
escrita por el amante.
En este caso es verdad
que el género da lo mismo.
Lo que importa es la bondad
que hace frente al cataclismo.
Puede ser hombre o mujer
el que la carta recibe.
Siempre es el mismo placer
el que su mente concibe.
La carta también tenía
una misión especial
cuando la carta venía
de aquel, tu país natal.
Estaba la carta urgente,
que casi siempre traía
la noticia impertinente
que la vida ensombrecía.
Hay una carta esperada,
a veces con impaciencia.
Es una carta añorada
que nos habla de una herencia.
Hay otra carta que nunca
recibir nadie quisiera.
Es aquella que te anuncia
el amor que se perdiera.
Cuando el hijo está en el frente,
mucho es su carta esperada
por la madre que se siente
por su hijo abandonada.
Hay una carta oficial
con una sorpresa oculta.
No es una carta normal,
esconde dentro una multa.
La carta no deseada,
de contenidos funestos,
es la carta malhadada,
la de pagar los impuestos.
También recibimos cartas
de farragosas lecturas,
pues no son simples pancartas.
Estas son las de facturas.
Cartas que ya no nos llegan,
pues son cosas del pasado,
y los modernos alegan
que este mundo ha cambiado.
Tal vez sea lo adecuado
aceptar la situación.
Yo me siento anonadado
y no cambio de opinión.
La carta yo reivindico,
de belleza indiscutible,
pues la carta es preferible
a ese Twitter tan cortico.
Cuando una carta leía
avanzaba con fruición,
pues la carta me traía
indescriptible emoción.
No me importaba que fuera
una carta alegre o triste.
Es igual de quién viniera,
pues la emoción siempre existe.
Tenemos, pues, otras cartas
que no se envían por correo.
Con tus manos las repartas,
pues son cartas de recreo.
Se utilizan en los juegos,
son los llamados de azar.
No son aptas para ciegos
y suelen arruinar.
Una carta portentosa,
que no es ninguna mandanga,
es la carta milagrosa
que está escondida en la manga.
Los tahúres la manejan
con maestría infinita.
Sobre la mesa la dejan
y al contrario lo despista.
Hay también un viejo dicho
de resultado presunto,
cartas que no son capricho:
las cartas en el asunto.
Si tú quieres mi consejo,
cuando el juego tú repartas
nunca seas el pendejo
que siempre enseña sus cartas.
Y recuerda lo que dije,
no imites al oso panda,
pues tu suerte yo predije
con carta oculta en la manga.
Hay más cartas, no lo dudo,
que aquí yo no especifico.
Mi ignorancia yo no eludo,
mi saber no magnifico,
pero el tema es macanudo.
LA DEHESA
Bonita Naturaleza,
espléndidos animales
los que habitan la dehesa
de encinas y alcornocales.
Supón que es Extremadura
este frondoso paisaje.
Naturaleza tan pura
tiene un antiguo linaje.
No me resulta halagüeño
ver como su gente emigra,
pues a pesar de su empeño
su tierra así los denigra.
Algún día llegará
en que esta tierra despierte
y allí resplandecerá
como cerezos del Jerte.
Me dicen que no es posible,
que el problema es de sus gentes
y lo único factible
es hacerse dependientes.
Mi colega no se explica
cuáles son los motivos
para que en tierra tan rica
no se cuide a sus nativos.
Por fortuna, cada poco
nacen más nuevas empresas,
poniendo muy bien el foco
afuera de las dehesas.
Mas no se debe olvidar
que la tierra es generosa
y permite cultivar
la vid y la bella rosa.
Su jamón de pata negra
se encuentra entre los mejores
y en el comercio se integra
sin complejos ni rubores.
LA DEUDA
La deuda, concepto duro,
es la lacra de la Tierra.
Necesario es un conjuro
que, derribando este muro,
nos aleje de esta guerra.
En mi modesta opinión,
arreglo tiene el entuerto
y encontrar la solución
es resucitar al muerto.
Cada quien le debe a otro;
ese otro, a otro más,
resultando que al final
no pagaremos jamás
y seguirá el alboroto.
Todos los países tienen
su deuda viva y creciendo.
Con más deuda se sostienen
y así se van manteniendo.
La situación es global,
es un círculo vicioso.
La solución es mortal
como el abrazo del oso.
Como suele suceder,
todos queremos cobrar,
pero ¿cómo resolver
si nadie puede pagar?
Y si A le debe a B
y también B debe a C,
al final lo que se ve
es que Z debe a A.
¡Pardiez! Lo solucioné.
Si la deuda se condona,
nadie tendrá que pagar
y así se podrá llegar
a que todo se perdona.
Veamos el caso de España,
cien por cien de su PIB.
Deuda que come su entraña
y nunca podrá devolver.
Nos comen los intereses,
la deuda sigue creciendo
y van pasando los meses
y el lío sigue in crescendo.
Comencemos, pues, de cero.
Nadie se podrá endeudar.
Cada cual con su dinero
se tendrá que manejar.
Los grandes acreedores
son países industriales
que prestan a los más pobres,
que compran sus materiales.
Para seguirles vendiendo
algo deberán hacer,
compartir su dividendo
y el comercio ennoblecer.
Pero el caso no es tan simple.
La solución que yo apunto
como música de timple
me suena a mí en este asunto.
Todos queremos tener
cosas igual que el vecino.
Imposible es mantener
el desarrollo del chino.
Dentro de muy poco tiempo
seremos diez mil millones.
Yo me daré por contento
si se evitan los ladrones.
Si todos queremos ser
como son los australianos,
difícil permanecer
al nivel de americanos.
¿Consumir es la receta?
Requiere muchas materias.
Nos matarán las miserias,
pues solo hay un planeta.
Pues ¿qué podemos hacer?
¿Mantener las diferencias?
Repartir lo que tenemos
o confiar en las ciencias.
En cualquier caso, señores,
esto es una reflexión
que, expresando mis temores,
está exenta de pasión.
Ya sé que suena a quimera
y qué le vamos a hacer,
pues es esta una manera
de expresar mi displacer.
Ya no debo dar más pistas,
no se vayan a enfadar
los sabios economistas
que saben cómo acabar.
LA DIMISIÓN
Nos dijo que se quedaba,
que ella no se iba a ir.
Fue la suerte malhadada
que la obligó a dimitir.
Otro caso ha eclosionado,
va por el mismo camino.
También dice: «Yo no cedo».
A ver qué dice el destino.
Mintiendo se soluciona
el tan enconado entuerto,
pero todo evoluciona,
pueden tenerlo por cierto.
Creo que la ha mirado un tuerto
y la verdad no perdona.
Se la llevarán al huerto
o quizá hasta chirona.
Quien perdió sigue expectante,
pues él quiere hincarle el diente
al odiado contrincante
y si el otro se lo consiente.
Parece que pintan bastos,
pues la justicia interviene
con resultados nefastos
para el que la culpa tiene.
Todos los medios afines
apoyan al gran patricio
hasta cantando maitines
en su propio beneficio.
La cátedra me parece
que es un filón de enchufados,
pero allí lo que acontece
es que es tierra de cuñados.
Esto, si es lo que nos dicen,
tiene una pinta fatal.
Puede que los penalicen
por delito electoral.
Baraka tienen algunos,
esto parece de chiste.
Los enchufes oportunos
dan al canario su alpiste.
Me apuesto lo que tú quieras
a que, como livianas pajas,
esta mezquina quimera
queda en agua de borrajas.
LA ESCASEZ
Tú sabes que no te quiero,
pues sé que te estás gastando
gran cantidad de dinero
en cosas de contrabando
que vienen del extranjero.
Sabes que no somos ricos,
pues no tenemos dinero
ni en la hucha de los chicos,
ni dentro de un agujero,
ni en lo alto de los picos.
Cuánto lo siento, cariño,
el no poderte querer.
No me hagas ningún guiño,
pues lo que debes hacer
es buscarte otro pardiño.
Si no te gusta esta casa,
donde el dinero es poquico,
donde la pasta es escasa,
pues márchate a Puerto Rico.
LA ETERNA ANDALUCÍA
ALMERÍA
Conocida fue Almería
por su pobreza ancestral.
Ahora nadie lo diría
que aquella tierra baldía
se convirtió en ejemplar.
Fueron sus minas de oro,
sitas en Rodalquilar,
una riqueza que el moro
siempre supo aprovechar.
El mar sirvió de sustento
a las familias costeras.
Peces fueron su alimento
y sus comidas primeras.
Principios del siglo veinte,
la gran hambruna invadió
y, si la historia no miente,
la inmigración los salvó.
Hoy las cosas cambiaron,
la horticultura prospera.
La hortaliza y la verdura
dejan de ser aventura,
siendo actividad puntera.
Almería, la pobre aislada,
solo a Murcia estaba unida,
y hoy está comunicada
por aire y por autovía.
Hace años que es el mármol
extraído en Macael
como los frutos de un árbol,
y blanco el de Olula es.
Me estoy refiriendo al mármol.
El turismo hoy la elige,
sus playas hermosas son,
y no encontrarás quien dice
que la tierra que Dios bendice
es más pobre que un ratón.
Aguadulce con Roquetas,
Vera y Garrucha son zonas
que si eres turista respetas
como el niño a las palomas,
como el agua a las macetas.
Los llaman el mar de plástico,
extensos invernaderos.
Este es un hecho fantástico.
Sin duda, son los primeros
por su proceder didáctico.
Han sabido aprovechar
la oportunidad que brinda
desalar agua del mar
para sus predios regar
y ostentar huerta tan linda.
La llaman huerta de Europa
por proveer de verduras,
que las crían en estopa
y cuando ya están maduras
las consume hasta la tropa.
Mientras el norte se hiela,
son de aquí las hortalizas.
Gustan a la clientela,
pues son sanas y macizas,
tersas como una mozuela.
Pueblos de las Alpujarras
tú los debes visitar.
En ellos puedes comprar
las jarapicas de marras
y en sus calles pasear.
No me digas que Almería
es como una cenicienta.
Es tierra de gran valía
que labora cada día
y desde que el sol alienta.
Pulsuz fraqment bitdi.