«La chica que se llevaron» kitabından sitatlar

agua le lavara la niebla de la mente. Luego, echó a correr.

El bosque estaba oscuro y la lluvia caía como una catarata. Con las manos atadas con cinta adhesiva, trató de desviar las ramas que le azotaban el rostro. Tropezó con un tronco y cayó sobre hojas resbaladizas; se obligó a incorporarse

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