Hace ya tanta agua

Hecha de peces y de pájaros, de barcos y naufragios, de piedra y dunas, de lo insondable, de lo que nos convoca e interpela, la poesía de Sara Vanégas Coveña se ha mantenido por más de cuarenta años en el panorama literario ecuatoriano. La poética de Vanégas responde perfectamente a las palabras de Gracián: «lo bueno, si breve, dos veces bueno», porque la brevedad lleva a la polisemia y a la concisión. Con esta estética depurada, la poeta logra transmitir profundidad y belleza a través de la síntesis. En la poesía de Sara, el silencio es una parte fundante del poema que trasciende la ausencia de palabras. El silencio de sus poemas no es un vacío, sino un mensaje en sí mismo, una forma de expresión que llena los vacíos con intención y significado. Sus silencios generan tensión dramática.Todo poema tiende al silencio o lo contiene como parte inherente de su ser. Cada silencio tiene una intencionalidad, codifica, suspende y abre un espacio.